jueves, 11 de junio de 2009

Higuera

Fam, Moráceas
Los ficus abarcan una amplia distribución, pues además de desarrollarse en los tres continentes atravesados por la franja ecuatorial, están también adaptados a la climatología mediterránea, empleándose para la producción frutícola y como elemento de protección ante las temperaturas elevadas y las irradiaciones solares directas. en este caso concreto, es originario de Oriente Próximo, y encuentra en el enclave mediterráneo un ambiente idóneo para su desarrollo.

El grupo de especies pertenecientes a la especie Ficus sp. se caracteriza por presentar una savia de color blanco y consistencia lechosa. La higuera, además de poseer esta singularidad, cuenta con un tronco de crecimiento sinuoso y corto, con ramas que tienden a formar copas redondeadas y muy abiertas. Las hojas son caducas, grandes y divididas en lóbulos amplios. A finales de verano, sus no demasiado llamativas flores se convienen en suculentos y dulces frutos de aspecto globoso, que madurados en ambientes naturales son muy apreciados por el alto valor calórico que contienen y la facilidad con que pueden conservarse.

Ofrece excelentes posibilidades para obtener bellos ejemplares enraizados en roca o quebrados por el rayo, pero hay que tener precaución para que la pérdida de savia en las labores de mantenimiento estético no resulte excesiva.

MANTENIMIENTO VEGETATIVO
Este es un árbol que agradece la presencia del sol, pero que tiene la facultad de soportar los fríos más extremos durante el invierno, siempre y cuando sus raíces se encuentren perfectamente protegidas. Se ve favorecido en ambientes húmedos y frescos, donde no le falte el agua, en especial en los veranos calurosos. El suelo más apropiado es aquel rico en componentes orgánicos y con una buena capacidad para filtrar el exceso de agua, a pesar de que se adapta a cualquier tipo de substrato, pues incluso es capaz de enraizar en las grietas de las rocas. Conviene abonar de modo regular, excepto cuando el tronco y las ramas quedan sin hojas. A causa del rápido crecimiento que le caracteriza, es recomendable practicar el trasplante cada año.

MANTENIMIENTO ESTÉTICO
Las labores de poda consisten en seccionar las ramas que perjudiquen la estética del ejemplar, procurando llevarla a cabo antes de que broten las hojas al comienzo de la primavera. También es preciso eliminar por completo las hojas cuando adquieren cierto desarrollo, a fin de favorecer la aparición de otras nuevas de menor tamaño, evitando que esta operación coincida con la presencia de los primeros frutos. En pleno verano es preferible eludir esta práctica, pues la pérdida de savia puede ser excesiva.

Tras la fructificación, no conviene dejar que los higos maduren por completo, ya que esto supone un gasto excesivo para la planta y favorece, al propio tiempo, la aparición de otros de menor tamaño. Cuando los nuevos brotes adquieran unos centímetros de longitud, es necesario despuntarlos para reducir las dimensiones desproporcionadas de la copa.

Para cambiar la dirección de crecimiento de las ramas, hay que recurrir a las técnicas con elementos de tensión, empleando pesos, cuerdas o separadores, teniendo en todo momento la precaución de utilizar protectores para la corteza, como tiras de rafia y tacos de madera o caucho, así como al alambrado de las ramas más jóvenes, siempre que sean leñosas.

PLAGAS Y ENFERMEDADES
Esta es una especie muy resistente al ataque de insectos y hongos, aunque hay que estar pendiente de la posible aparición de cochinilla, que se agrupa en torno a los nuevos brotes primaverales.

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