lunes, 3 de agosto de 2009

Ficus

Fam. Moráceas
ADEMAS DE LAS HIGUERAS, EL GENERO FICUS SP. ESTA FORMADO POR NUMEROSAS Y MUY VARIADAS ESPECIES DE PROCEDENCIA TROPICAL, DESDE EL CONTINENTE AMERICANO HASTA EL ASIÁTICO, SIN OLVIDAR AUSTRALIA NI ÁFRICA. En LA MAYORÍA DE LOS CASOS SU DESARROLLO LLEGA A SER CONSIDERABLE, ADQUIRIENDO ENORMES ENVERGADURAS Y MAJESTUOSOS PORTES.

Los ejemplares procedentes de las regiones cálidas del planeta son perennes, provistos de hojas con aspecto coriáceo y cierta rigidez. El tronco y las ramas poseen una corteza con escasas irregularidades en su superficie, destacando las raíces emitidas por las ramas y que descienden hacia la base del tronco, lo que da lugar a llamativas formaciones que confieren un aspecto singular a los ejemplares más longevos. Los caracteres más particulares son la savia, un látex de color blanquecino, y los frutos, carnosos y cargados de azúcares.

MANTENIMIENTO VEGETATIVO
Requiere zonas de cultivo con mucha iluminación, aunque conviene evitar la exposición directa a los rayos de sol. Necesita temperaturas altas para sobrevivir, especialmente en invierno, lo que obliga a realizar el cultivo en el interior de un invernadero o dentro del propio hogar en regiones de marcado contraste estacional. El ambiente ha de ser húmedo en la medida de lo posible, debiendo realizar un riego regular en verano y escaso en invierno, dejando siempre que el substrato se seque antes de aportar más agua. Es preciso que se desarrolle en un suelo rico y térmico, elaborado a partir de compost vegetal y arcilla de carácter calcáreo. El abono resulta necesario cuando la producción de hojas es escasa, para lo cual hay que mantener una dosis semanal mínima durante el período de crecimiento. Al principio de la primavera se practica el trasplante, al menos una vez cada dos años, retirando las diminutas raíces que crean una densa maraña en los extremos del cepellón.

MANTENIMIENTO ESTÉTICO
La poda de las ramas leñosas ha de realizarse en invierno, cuando la planta se encuentra en período de reposo y la pérdida de savia es mínima. El resto del año, sobre todo en la primavera y el verano, deben llevarse a cabo labores de pinzado de los nuevos brotes y de las hojas mayores, a fin de mantener controlado el desarrollo del follaje y, al tiempo, provocar la disminución del tamaño del mismo.

Resulta necesario eliminar las hojas que comienzan a amarillear, así como cepillar la base del tronco si adquiere tonalidad verde por efecto del exceso de humedad.

La técnica del alambrado es perfectamente válida para modificar la dirección de crecimiento, tanto del tronco como de las ramas, pero hay que cerciorarse de que el crecimien-
to en grosor no queda obstaculizado por el alambre, ya que pueden producirse heridas que perjudicarían el valor estético del ejemplar.

PLAGAS Y ENFERMEDADES
La mosca blanca y diversos tipos de chupadores de savia son los insectos que suelen atacar a este género, por lo que conviene vigilar frecuentemente el envés de las hojas y sus axilas, para poder de erradicarlos antes de que se conviertan en una verdadera plaga.

La antracnosis es la enfermedad más perjudicial para esta planta, aunque no hay que confundirla con las quemaduras que producen los rayos de sol sobre las hojas.

ESPECIES CARACTERÍSTICAS
Ficus benjamina. Ficus. Esta especie posee unas hojas de tamaño medio en condiciones naturales, en tonalidades que van desde el verde más oscuro hasta las que presentan machas variegadas de color blanquecino o amarillo.

Ficus retusa. Ficus. Su resistencia y vigor convierten a este ficus en una de las especies más adecuadas para el cultivo en miniatura. Las hojas son más gruesas y robustas que en el caso anterior.

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