sábado, 15 de agosto de 2009

Romero

Fam. Labiadas
ESTE ARBUSTO ES TIPICAMENTE MEDITERRANEO, Y OFRECE LA VENTAJA DE ESTAR PERFECTAMENTE ADAPTADO AL CLIMA ESTACIONAL, FORMANDO PARTE DE LA VEGETACIÓN DE LOS CLAROS DE BOSQUE Y LAS LADERAS ORIENTADAS AL SUR. TiENE UN AROMA CARACTERÍSTICO, Y ES MUY APRECIADO COMO CONDIMENTO EN LA COCINA TRADICIONAL.

Rosmarinus officinalis es la especie que representa al género Rosmarinus sp., destacando las enormes posibilidades que proporciona a la hora de practicar las labores de mantenimiento estético. Resulta necesario subrayar que existen variedades de porte rastrero que cuentan con un desarrollo mucho más lento, así como con mayor densidad de hojas sobre los tallos, lo que supone una ventaja para obtener estilos tan singulares como los que producen troncos de crecimiento irregular o resquebrajados.

El romero es una planta aromática de rápido crecimiento, a pesar de que no llega a desarrollar un tamaño excesivo. La ramificación se produce muy próxima a la base, perdiéndose en los ejemplares más longevos. Su corteza es grisácea y muy delgada, provista de numerosas grietas a partir de las cuales aparecen las hojas. Éstas son lineares, muy alargadas y estrechas, recurvadas hacia el envés, que aparece cubierto de una fina vellosidad de tonalidad blanquecina.

MANTENIMIENTO VEGETATIVO
Precisa luz abundante y sol directo para favorecer el crecimiento y la floración. La atmósfera que prefiere es cálida y no demasiado húmeda, aunque se adapta perfectamente a cualquier ambiente, incluso a zonas donde se producen heladas invernales ocasionales. El riego ha de ser moderado, reduciéndolo al mínimo indispensable durante el invierno. Requiere suelo que disponga de un buen sistema de drenaje y arcilloso, independientemente de su carácter ácido o básico. El aporte de abono puede realizarse en primavera y otoño, a fin de propiciar la floración varias veces cada año.
El cambio de substrato y la poda de raíces conviene practicarlo cada uno o dos años, a principios de primavera, eliminando una tercera parte de las raíces que conforman el cepellón.

MANTENIMIENTO ESTÉTICO
El desarrollo del romero es relativamente rápido, por lo que es preciso pinzar los brotes a lo largo de toda la época favorable del año, siempre tras la floración y dejando nuevas hojas que contribuyan a incrementar el volumen del ejemplar. Si se ha elegido una formación de copa repleta de ramas, hay que eliminar aquellas que con el paso del tiempo se sequen, así como retirar todas las hojas que hayan perdido parte de su color verde, especialmente las más viejas y las situadas en las zonas inferiores de la mata.

La limpieza de la superficie de cultivo es imprescindible, pues por un lado la abundante floración produce al concluir numerosos pétalos marchitos, y por otro existe la lenta pero constante caída de las hojas, debido a la renovación habitual que sufren las especies perennes.
Durante la época de desarrollo es posible aprovechar para modificar la dirección del tallo principal y las ramas, ya que el flujo de savia permite que los tejidos quebradizos durante el invierno adquieran mayor flexibilidad. El alambrado y las técnicas de tensión con torniquete y separadores resultan los mecanismos más eficaces.

PLAGAS Y ENFERMEDADES
Como planta aromática, en ambientes secos y calurosos no es habitual que sufra el ataque de plagas ni enfermedades de origen fungico, aunque conviene vigilar la posible aparición de los siempre presentes pulgones, así como de las cochinillas algodonosas, que en situaciones de poca ventilación y exceso de humedad pueden encontrar una oportunidad de proliferación.

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