miércoles, 29 de julio de 2009

Bonsais arbustivos o de interior

LAS ESPECIES EMPLEADAS DE FORMA HABITUAL COMO ORNAMENTALES, CUYAS CARACTERÍSTICAS MORFOLÓGICAS PROPORCIONAN UNA SERIE DE CUALIDADES APTAS PARA OBTENER LLAMATIVOS EJEMPLARES CULTIVADOS EN MACETA, ASÍ COMO TODAS AQUELLAS PLANTAS DE PORTE ARBUSTIVO QUE OFRECEN TUPIDOS FOLLAJES, DELICIOSAS FLORES Y FRUTOS, Y ADEMÁS CUENTAN CON DIMENSIONES REDUCIDAS, RESULTAN IDEALES PARA LOGRAR SU TRANSFORMACIÓN EN ORIGINALES BONSÁIS.

En este amplio grupo de plantas figuran los ejemplares de bon-sái menos usuales. Se trata de ejemplares que, o bien poseen un porte y unas dimensiones de reducido tamaño, representados por especies arbustivas o que adquieren formaciones de mata, o de plantas cuyo origen tropical o subtropical impide que sean capaces de soportar las condiciones ambientales del exterior en regiones de marcada estacionalidad; es decir, las especies conocidas como plantas de interior.

BONSÁIS ARBUSTIVOS
Los arbustos ofrecen una gran ventaja tanto para el experto como para el aficionado al cultivo del bonsái. Sus reducidas dimensiones propician que las labores de modelado resulten más sencillas de poner en práctica que en el resto de especies, pues en la mayoría de los casos no es preciso reducir el tamaño de las hojas, ni siquiera las proporciones. La mayoría de las personas elige ejemplares procedentes de la región donde va a cultivarlos, motivo por el que la climatología externa resulta favorable para mantenerlos en perfectas condiciones climáticas, sin que sea óbice para buscar siempre la situación más propicia en cada caso específico.

Es frecuente que tengan un desarrollo lento y una madera muy flexible, lo que permite conseguir estilos más difíciles de obtener que con otras especies de porte arbóreo. En el apartado de enfermedades y plagas resultan bastante resistentes, debido a que una planta que se desarrolla en un ambiente adecuado, el cual se ajusta a sus requerimientos, posee mecanismos de defensa más eficaces que el resto.

BONSÁIS DE INTERIOR
El origen de este tipo de bonsáis es muy reciente, pues está ligado a la cultura occidental, por medio de la introducción de especies de climas cálidos en regiones de marcada esta-cionalidad, a pesar de que su cultivo no resulte demasiado ortodoxo.
Es recomendable evitar la proximidad de fuentes directas de calor artificial; así, las condiciones de un invernadero o una terraza acristalada ofrecen un ambiente idóneo para mantener singulares ejemplares de fi-cus (Ficussp.), gardenia {Gardenia sp.) o Cicas {Cyca sp.), lo que propicia un entorno relajante y propio para el descanso.

Las labores que precisan este tipo de plantas son idénticas a las de otras especies, pero sin olvidar que en condiciones ambientales homogéneas durante todo el año, la planta no realiza reposo invernal, manteniendo un desarrollo regular. Aunque esto es cierto, en el interior del hogar siempre se producecierto descenso de la temperatura, así como de la disponibilidad de luz, lo que provoca que, aúnpresentando un carácter perenne, estas plantas adquieran un determinado aclimatamiento ante las nuevas condiciones, resurgiendo cada año con el inicio de la primavera.

El apartado de plagas y enfermedades puede que sea el punto más delicado del cultivo, ya que sus tejidos suponen un exquisito manjar para todo tipo de organismos patógenos, desde pulgones hasta hongos, pasando por enfermedades de origen fúngico si el aporte de agua no es el que requiere la planta.

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